Durante el
viaje pudimos pasar unos días admirando la belleza de Cap de Creus.
Se encuentra
en el norte de la Costa Brava y protegido por la figura de Parque Natural desde
1998. Se trata de un conjunto de parajes que sin ninguna duda se quedan en un
lugar privilegiado de la memoria.
Nos cautivó
sus vistas del litoral, salvaje y moteado de islotes, con acantilados de
vértigo y recónditas calas.
Cap de Creus
forma parte de las estribaciones de los pirineos que se adentran en el mar por
este macizo, donde ha sufrido el modelado por la acción del agua a través del
oleaje y por el viento de tramontana y de levante que, con un poco de
imaginación, nos permiten ver en su litoral abrupto leones, dragones, águilas y
otras muchas figuras.
Pero esto no es todo, sino que Cap de Creus nos
permitió disfrutar en el interior de un paraíso biológico de bosques y prados
que puedes descubrir al adentrarte en él a través de las numerosas rutas que lo
recorren.
Por ultimo no hay que olvidarse de visitar sus
tranquilos municipios como El Port de la
Selva, Cadaqués o Roses.
Podéis ver más fotos de nuestra visita en el álbum de flickr :)
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